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      EDIFICIO DE OFICINAS CARRIDA

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      El edificio de oficinas y comercios de grandes superficies “Carrida” es sin duda alguno uno de los edificios más emblemáticos de Roquetas de Mar en Almería. En pleno cruce de caminos, se propone un edificio singular que destaca por su composición volumétrica y por la calidad de sus materiales exteriores.

      El proyecto se presenta como un conjunto de cajas interrelacionadas entre ellas forradas en la mayoría de su superficie por un muro cortina acristalado que refleja el entorno y las aristas cercanas del propio edificio. Los bajos quedan libres a modo de soportales para albergar los comercios que dan servicio a la zona.

       

       

      Se usaron muy pocos materiales para la construcción del diseño para que la arquitectura quedara completamente definida y fuera fácilmente entendible. La zona de oficinas se planteo como un gran muro cortina acristalado en tonalidades azules que reflejaba, de manera difusa, el cielo y las montañas de alrededor generando un plano cambiante según avanzaba el día. De noche, este gran espejo da paso a piezas de luz dejando ver las oficinas interiores y generando combinaciones y composiciones según hubiera unas u otras oficinas en funcionamiento.

      El forraje del resto del edificio se hace con placas moduladas metálicas de alucobond en colores marfil que se adaptan en su totalidad a la trama planteada en horizontal. Es por ello que no es de entrañar que las líneas de junta entre los materiales coincidan tanto en el muro cortina como en las piezas opacas de alucobond.

      Por último, el núcleo de escalera que se encuentra como un gran volumen central de un gran carácter vertical se forra común material cerámico imitando madera siendo la única pieza de todo el conjunto que escapa de los colores neutros y da potencia y cromatismo al conjunto. Se aprovecha el cajetín de cierre superior para colocar el nombre del edificio y diversa publicidad de las empresas que se encuentran en él.

      La zona inferior, se plantea como un conjunto de soportales que da servicio a las zonas abierta de alrededor. Todos estos bajos se encuentran retranqueados para que sus fachadas (De un nuevo material que no se quiere destacar) pasen desapercibidas y no formen parte directa del diseño matérico del conjunto.

      El edificio Carrida se ha consolidado como un edificio con nombre propio capaz de dar entidad y fuerza a todas la empresas que se encuentran en su interior. Un claro ejemplo de cómo una buena arquitectura es capaz de potenciar un imagen de marca y ponerla en valor.