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      A comienzos de verano os comentábamos que habíamos estado en San José (municipio dentro del Parque Natural Cabo de Gata en Almería) estudiando la arquitectura de la zona y su paisajismo para desarrollar un pequeño proyecto en el centro de esta localidad.

      Desde Paissano, hemos estado todo el verano trabajando en las formas y volúmenes más idóneos para la integración del conjunto y, a día de hoy, ya os podemos presentar el resultado final del proyecto.

      Como bien sabéis los que nos seguís día a día, publicamos una entrada en el mes de julio “Arquitectura en el Parque Natural Cabo de Gata” donde contábamos nuestras experiencias en la zona y marcábamos una serie de puntos básicos imprescindibles para el buen diseño de la urbanización.

       

      “La incorporación de nuevas arquitecturas en el paisaje ha de ser lo menos traumática posible intentando adaptarse al máximo a los elementos, colores y formas que han sido la tradición del lugar durante décadas”

       

      De esta manera, recordamos los seis puntos básicos que pudimos concluir de nuestro viaje al municipio:

       

      1. Arquitectura blanca con pequeños detalle que den color o textura
      2. Rica volumetría que no excede las dos alturas
      3. Elementos singulares que den riqueza al conjunto
      4. Uso del color azul en marcos y borduras de ser necesario
      5. Uso de pérgolas o toldos para proteger del sol
      6. Material vegetal xerófito de bajas necesidades hídricas

       

      Vamos a ver, como hemos desarrollado el proyecto y como, poco a poco, nos hemos ido amoldando a las premisas que considerábamos básicas.


      Proyecto de Arquitectura Blanca y Vernácula

      Si bien es cierto que hacerse una casa en pleno parque natural de Cabo de Gata es muy complicado, adquirirla dentro de un municipio ya consolidado es algo más fácil. Tuvimos la suerte de recibir el encargo y no queríamos dejar pasar la oportunidad de realizar un diseño minimalista integrado en el entorno.

      Plantemos el proyecto como una serie de pequeños bloques asépticos de tímidas volumetrías que daban a un espacio común exterior más tratado y con más color que los que estamos acostumbrados a ver en las comunidades…al fin y al cabo, somos paisajistas y el diseño de exteriores no puede ;).

      Pensamos en piezas donde la arquitectura, al no poder meter colores ni materiales, se generaba a través de las luces y las sombras. Así pues, realizamos pequeños salientes, pérgolas, balcones… para general dinamismo al conjunto y que las pequeñas sombras proyectadas se entendieran como elementos de contraste frente al blanco masivo de las fachadas.

      Aquí podéis ver algunos de los croquis con las ideas primigenias que nos llevaron al éxito final:

      Al final, se generaron dos tipos de fachadas:

       

      • Las que daban hacia la calle, donde el hueco de acceso generaba una gran masa negra que marcaba la puerta principal.
      • Las que daban al patio interior, donde el porche cerrado y apergolado generaba recogimiento y privacidad.

       

      Ambas fachadas, aunque diferentes, comparten elementos comunes que las unifican como son el llagueado que marca los ritmos, el remate de la barandilla blanca o la disposición de huecos horizontales (reinterpretando las antiguas celosías). Además de estos elementos más clásicos, conseguimos darle el toque de modernidad a través de pequeños detalles como el desagüe de la jardinera o el paño saliente del acceso principal, ambos marcando el número de la vivienda con grandes números de acero que le dan la distinción que necesita el conjunto para no parecer pobre e inexpresivo.

      Respecto al interior de la vivienda, se sigue una distribución conservadora donde la optimización del espacio es la máxima.

      Proyecto de Arquitectura en el Parque Natural Cabo de Gata

      Estudio Final de las Fachadas Interior y Exterior

       

      arquitectura de andalucía

      Una distribución conservadora donde prima el uso de los espacios exteriores

      Por último, queríamos hacer hincapié en el estudio de las zonas exteriores que para nosotros eran fundamentales. En un espacio con unas restricciones de normativa tan estrictas, era fundamental conseguir la excelencia a través del diseño de las zonas comunes.

      Al no tener un gran espacio, decidimos realizar un diseño minimalista donde la piscina adquiría unas geometrías totalmente adaptadas a la planta y el resto del espacio venia configurado por láminas de madera de composite antideslizable que nos evitaba tener que ponerle el famoso marco de piedra a la piscina que tan mal le sienta. Al estar en contacto el solado directamente con la piscina (sin marco de piedra) conseguimos una sensación de mayor amplitud y mejor distribución del espacio.

      Solo existe una jardinera embebida en la piscina que jerarquiza el espacio exterior y dota de exotismo y configuración a la planta. Además, todo las fachadas que dan a la zona de piscina cuentan con jardineras que dotaran de material vegetal verde al cromatismo del conjunto (Colores verdes, blancos y azules… puro mediterráneo).

      Como veis, hemos intentado ser lo más respetuosos posibles con la arquitectura de la zona sin dejar, por ello, de hacer arquitectura contemporánea.

      Esperamos que el diseño os haya gustado e irrumpa lo mínimo posible en el paisaje del municipio.

       

      ¿Qué os parece? ¿Os gusta el diseño? ¿Hubierais cambiado o modificado algún elemento? ¿Creéis que hemos cumplido con los principios de integración paisajística?

       

      En Paissano estamos totalmente abiertos a la critica y nos gusta que nuestros moradores del paisaje comenten nuestras propuestas y diseños para que, día a día, podamos configurar entre todos un país más sano.

       

      Un saludo Paissanos, y a disfrutar del paisaje.