Los domingos son para muchos días tristes y melancólicos, más aun en el frío invierno, pero si estamos al tanto de los eventos de nuestra ciudad podemos descubrir un sin fin de actividades culturales y lúdicas que visten las calles de colores y multitudes hambrientas de interacciones. El Soho de Roquetas es el lugar perfecto para los amantes de lo ajeno…y no penséis mal.

En el que es seguramente es el lugar más emblemático de Roquetas, La Plaza de Toros, podéis encontrar objetos únicos elaborados por manos artesanas y de segunda mano.

Soho Roquetas, El nuevo Rastro de Almería

El pasado Domingo, 1 de diciembre, Paissano se dejó envolver por este ambiente de matices y colores en el Soho de Roquetas. Cada primer domingo de mes nos ofrecen la posibilidad de recorrer cinco calles improvisadas repletas de antigüedades, objetos de segunda mano y artesanos que tallan sus recuerdos y experiencias en trozos de madera y latón.

Comenzamos nuestra nueva andadura a media mañana con una gran expectación, ya que el día anterior Paissano había visitado el Trendy Room de otoño, un evento  que podría definirse en dos palabras: High Design . Así que nos desprendimos de todas las ideas preconcebidas y prejuicios nos plantamos en el concepto opuesto, nos dispusimos a retratar la ciudad desde un prisma totalmente diferente. Encontramos las más variopintas representaciones de un rastro, desde artículos que fácilmente se pueden hallar en una tienda de bisutería hasta ropa y muebles de segunda mano. ¿Se os ocurre una mejor manera de deshaceros de aquellas antiguallas que amueblan la casa del pueblo o de la ropa que ya no utilizáis? Cuanto menos es interesante tener la posibilidad de ofrecerlos a un público potencial, que acude a este rastro buscando objetos a los que darles una segunda oportunidad.

Pero Paissanos, lo más sorprendente de todo era sin duda los tesoros que nos aguardaban en los puestos de los artesanos: papel de periódicos, retales de tela, botones desparejados, botellas vacías y cuerdas convertidas en auténticos objetos de decoración, que en muchos casos nada tenían que envidiar a los de las tiendas más exclusivas.  Portavelas elaboradas con botellas de cristal recicladas y cuerda de cáñamo; estrellas navideñas hechas con papiroflexia, cartón y cola. Auténticos mini jardines en cajones de muebles de salón de los años 80, eso si, completamente restaurados. Y ante todo tres elemento comunes que aunaban todos estos objetos de diseño: INGENIO, IMAGINACIÓN Y RECICLAJE.

En Paissano apoyamos profundamente estas iniciativas que devuelven la vida a lugares muertos de la ciudad y que  renacen con fuerza para albergar las necesidades de expresión de joyeros, escultores y artistas de las más variadas procedencias y tendencias.

Ya sabéis el dicho Paissanos: “lo que para unos no es más que basura para otros son auténticos tesoros”.